La historia del circo ruso
Desde el reinado de Catalina la Grande, el circo ha jugado un papel fundamental en las ricas tradiciones culturales de Rusia. En este país, el circo es considerado como una forma de arte, igual al ballet o la ópera, un espectáculo de diversos y talentosos artistas altamente calificados y creativos.
Pero, ¿cuáles son las raíces del circo en Rusia? No fue precisamente un ruso quien comenzó la tradición. Un inglés, Charles Hughes, es el responsable de la enorme popularidad del circo en Rusia hoy en día. Conocido por su estilo emprendedor, Hughes comenzó a actuar con su grupo para la corte de Catalina la Grande. Cautivada por las actuaciones, la reina ordenó que se construyeran dos escenarios para la compañía del inglés, y Hughes permaneció en San Petersburgo durante un año.
A pesar del regreso de Charles Huges a su Inglaterra natal, algunos de sus compañeros permanecieron en Rusia y el circo se hizo muy popular entre el pueblo ruso en el siglo XIX, convirtiéndose rápidamente en una importante forma de entretenimiento en el país. Después de la agitación de la revolución de 1917, los padres fundadores de la Unión Soviética reconocieron la importancia del circo como forma popular de entretenimiento, más allá de las limitaciones de raza, idioma, edad, educación o clase social.
Los líderes de la Unión Soviética apoyaron ampliamente el circo –junto al ballet- como una de las más importantes formas de arte de la unión, y se establecieron escuelas de circo del estado de Moscú en 1927 y más tarde en otras grandes ciudades para desarrollar su la calidad. A partir de los años 50 el circo se convirtió en una de las formas de arte más importantes y exportadas de Rusia, iniciando giras frecuentes por Europa y América.
En su apogeo, en la víspera de la caída del régimen comunista, había alrededor de 50 compañías de circos itinerantes y casi igual número de edificios dedicados al arte. La caída del comunismo lanzó esta organización cultural en el caos, y el futuro de circo parecía incierto.
Afortunadamente, su rica tradición, y envidiable reputación, perduran. El circo ruso y su legado se mantienen como uno de los más destacados y calificados, con las compañías que viajan alrededor del mundo y familias que aún se dedican a la continuidad de este arte único.