Historia del cine ruso: El cine de Rusia ha tenido distintas etapas en la historia, desde los orígenes importando los Zares la novedad desde Francia, pasando por el emblemático cine soviético y llegando al moderno cine de la actual Federación Rusa.
Cine Soviético es el nombre que suele darse a la corriente vanguardista integrada por personajes como Serguéi Eisenstein, Lev Kuleshov, Vsévolod Pudovkin y Dziga Vertov.
El cinematógrafo llega a la vieja Rusia de los zares en 1896, para rodar la coronación de Nicolás II, pero su afianzamiento como espectáculo será lento y trabajoso, ya que es visto con desconfianza por las autoridades. La producción en la Rusia precomunista no es digna de reseñar, ya que se limita a copiar las películas de Pathé.
Pero, tras la revolución de 1917, a Lenin no se le escapa la enorme trascendencia social del cine afirmando: “De todas las artes, el cine es para nosotros la más importante”. Hay que tener en cuenta que casi el 80% de la población rusa es analfabeta en esa época, por lo que el cine se convierte, junto a la radio, en el medio de comunicación más eficaz para la formación de las masas. El Gobierno revolucionario ruso nacionalizará la industria del cine, y creará una escuela destinada a formar a los técnicos y artistas que llevarán al cine soviético a las más altas cotas de maestría vista hasta ahora.
La transición entre el cine del periodo zarista y el nuevo cine ruso es lenta y pausada, La guerra civil, que dura desde 1917 hasta 1921, supone un freno al progreso y al arraigo del nuevo cine, pero servirá de práctica a los realizadores que con sus cámaras graban desde el frente los primeros documentales. Este nuevo cine pronto tendrá ocasión de demostrar todo su vigor y su propia personalidad, gracias a la obra de algunos de sus creadores.
Los maestros del cine soviético publican en 1928 un manifiesto, firmado por Eisenstein y Pudovkin entre otros, señalando el peligro de que la palabra y los diálogos esclavicen la libertad creadora del montaje. Por ello, proponen como solución el empleo antinaturalista y asincrónico del sonido. Sin embargo, Pudovkin, acaba aceptando el sonido sincrónico, y tras él todos los soviéticos, pero se resiste a admitir la decadencia del montaje. Sus películas sonoras, en las que pretendía desarrollar su teoría contrapuntística del sonido en el cine, por oposición a un empleo naturalista de este elemento expresivo, incluyen “El desertor” (1933) y “El almirante Najimov” (1947). Pudovkin continuará con su labor investigadora y docente hasta su muerte en 1953.
En definitiva, el nuevo cine soviético, produce una verdadera revolución expresiva en la teoría y la práctica cinematográfica mundial, sobre todo, por el implacable realismo de sus imágenes y por el magistral empleo del montaje. Este cine supone una nueva forma de expresión, una nueva estética. Con la escuela soviética el cine incorpora el drama coral de las multitudes.
Cine del Imperio ruso Cartel original de Stenka Razin, primer film ruso, 1908El cine llegó a Rusia de manos de los Hermanos Lumière en 1896. El primer film rodado en Rusia fue tomado por un camarógrafo de los Lumière, se trataba de la coronación del Zar Nicolás II. Poco tiempo después abrirían salas de exhibición de las casas Pathé y Gaumont. En 1908 Aleksandr Drankov produce el primer film narrativo ruso Stenka Razin, dirigido por V. Romashkov. Los siguientes años se producirían más de cien filmes enteramente rusos que competirían con la producción de Francia, Alemania, Inglaterra, entre otros.
En 1912 se inauguran los estudios Khanzhonkov y se produce el film Oborona Sevastopolya ("La defensa de Sebastopol") dirigido por Ivan Mozhukhin, quien también interpretaba el papel de Napoleón. El Zar Nicolás ayudo a la producción de este y otros films, e incluso tenía un camarógrafo personal, que tomaba películas "caseras", pero no existía una promoción oficial desde el estado. Hacia 1914 con la llegada de la primera guerra mundial, los cineastas rusos se vuelcan a la producción de filmes patrióticos anti alemanes, aumentando exponencialmente la producción, llegando a 499 filmes en 1916. Los aliados de Rusia importaban los mejores y más exitosos filmes, como los de Yakov Protazonov y Yevgenii Bauer.
Finalmente, en medio de la guerra, hacia 1917 se produce la Revolución rusa, si bien hay un cierto intento de los productores en adaptarse y se hacen algunos filmes anti zaristas, finalmente el cine del imperio ruso desaparece, al proclamarse la creación de la Unión Soviética. El último filme de este período en completarse fue "Otets Sergii" ("Padre Sergius") que sería el primer estreno el año siguiente, ya bajo el régimen soviético.
Cine ruso actual
El colapso de la Unión Soviética trajo aparejado una virtual defunción del cine de calidad en Rusia y las otras ex repúblicas soviéticas. Se hicieron muy pocos filmes durante la década. Una parte considerable del nuevo cine Ruso está orientado a la producción comercial, dejando de lado las aspiraciones artísticas, se ha filmado mucho cine de acción de baja calidad, comedias y pornografía, dejando poco espacio para otra clase de producciones.
Aunque la apertura del mercado ha hecho que producciones menos artísticas sean producidas, aún muchos de los cineastas rusos intentan nuevamente reavivar la calidad del cine en este país. Destaca a mediados de la década de los años 1990 el director Nikita Michalkov quien obtuvo el Oscar a la mejor película extranjera por Quemado por el sol.
A su vez en 2002, el director Aleksandr Sokúrov se atreve a innovar, haciendo El arca rusa, el primer film comercial sin editar de la historia, rodado en alta definición, en una sola toma, presentando el plano con steadycam más largo que se haya hecho, sumando un total de 90 minutos de duración.
Otras películas de temática similar han sido producidas recientemente, como Vozvrashcheniye (El retorno) dirigida por Andréi Zvyagintsev, ganadora de premios en el festival de Venecia, Koktebel dirigida por Boris Khlebnikov y Aleksei Popogrebsky, y El italiano dirigida por Andrei Kravchuk, aclamadas por la crítica.
Cine Soviético es el nombre que suele darse a la corriente vanguardista integrada por personajes como Serguéi Eisenstein, Lev Kuleshov, Vsévolod Pudovkin y Dziga Vertov.
El cinematógrafo llega a la vieja Rusia de los zares en 1896, para rodar la coronación de Nicolás II, pero su afianzamiento como espectáculo será lento y trabajoso, ya que es visto con desconfianza por las autoridades. La producción en la Rusia precomunista no es digna de reseñar, ya que se limita a copiar las películas de Pathé.
Pero, tras la revolución de 1917, a Lenin no se le escapa la enorme trascendencia social del cine afirmando: “De todas las artes, el cine es para nosotros la más importante”. Hay que tener en cuenta que casi el 80% de la población rusa es analfabeta en esa época, por lo que el cine se convierte, junto a la radio, en el medio de comunicación más eficaz para la formación de las masas. El Gobierno revolucionario ruso nacionalizará la industria del cine, y creará una escuela destinada a formar a los técnicos y artistas que llevarán al cine soviético a las más altas cotas de maestría vista hasta ahora.
La transición entre el cine del periodo zarista y el nuevo cine ruso es lenta y pausada, La guerra civil, que dura desde 1917 hasta 1921, supone un freno al progreso y al arraigo del nuevo cine, pero servirá de práctica a los realizadores que con sus cámaras graban desde el frente los primeros documentales. Este nuevo cine pronto tendrá ocasión de demostrar todo su vigor y su propia personalidad, gracias a la obra de algunos de sus creadores.
Los maestros del cine soviético publican en 1928 un manifiesto, firmado por Eisenstein y Pudovkin entre otros, señalando el peligro de que la palabra y los diálogos esclavicen la libertad creadora del montaje. Por ello, proponen como solución el empleo antinaturalista y asincrónico del sonido. Sin embargo, Pudovkin, acaba aceptando el sonido sincrónico, y tras él todos los soviéticos, pero se resiste a admitir la decadencia del montaje. Sus películas sonoras, en las que pretendía desarrollar su teoría contrapuntística del sonido en el cine, por oposición a un empleo naturalista de este elemento expresivo, incluyen “El desertor” (1933) y “El almirante Najimov” (1947). Pudovkin continuará con su labor investigadora y docente hasta su muerte en 1953.
En definitiva, el nuevo cine soviético, produce una verdadera revolución expresiva en la teoría y la práctica cinematográfica mundial, sobre todo, por el implacable realismo de sus imágenes y por el magistral empleo del montaje. Este cine supone una nueva forma de expresión, una nueva estética. Con la escuela soviética el cine incorpora el drama coral de las multitudes.
Cine del Imperio ruso Cartel original de Stenka Razin, primer film ruso, 1908El cine llegó a Rusia de manos de los Hermanos Lumière en 1896. El primer film rodado en Rusia fue tomado por un camarógrafo de los Lumière, se trataba de la coronación del Zar Nicolás II. Poco tiempo después abrirían salas de exhibición de las casas Pathé y Gaumont. En 1908 Aleksandr Drankov produce el primer film narrativo ruso Stenka Razin, dirigido por V. Romashkov. Los siguientes años se producirían más de cien filmes enteramente rusos que competirían con la producción de Francia, Alemania, Inglaterra, entre otros.
En 1912 se inauguran los estudios Khanzhonkov y se produce el film Oborona Sevastopolya ("La defensa de Sebastopol") dirigido por Ivan Mozhukhin, quien también interpretaba el papel de Napoleón. El Zar Nicolás ayudo a la producción de este y otros films, e incluso tenía un camarógrafo personal, que tomaba películas "caseras", pero no existía una promoción oficial desde el estado. Hacia 1914 con la llegada de la primera guerra mundial, los cineastas rusos se vuelcan a la producción de filmes patrióticos anti alemanes, aumentando exponencialmente la producción, llegando a 499 filmes en 1916. Los aliados de Rusia importaban los mejores y más exitosos filmes, como los de Yakov Protazonov y Yevgenii Bauer.
Finalmente, en medio de la guerra, hacia 1917 se produce la Revolución rusa, si bien hay un cierto intento de los productores en adaptarse y se hacen algunos filmes anti zaristas, finalmente el cine del imperio ruso desaparece, al proclamarse la creación de la Unión Soviética. El último filme de este período en completarse fue "Otets Sergii" ("Padre Sergius") que sería el primer estreno el año siguiente, ya bajo el régimen soviético.
Cine ruso actual
El colapso de la Unión Soviética trajo aparejado una virtual defunción del cine de calidad en Rusia y las otras ex repúblicas soviéticas. Se hicieron muy pocos filmes durante la década. Una parte considerable del nuevo cine Ruso está orientado a la producción comercial, dejando de lado las aspiraciones artísticas, se ha filmado mucho cine de acción de baja calidad, comedias y pornografía, dejando poco espacio para otra clase de producciones.
Aunque la apertura del mercado ha hecho que producciones menos artísticas sean producidas, aún muchos de los cineastas rusos intentan nuevamente reavivar la calidad del cine en este país. Destaca a mediados de la década de los años 1990 el director Nikita Michalkov quien obtuvo el Oscar a la mejor película extranjera por Quemado por el sol.
A su vez en 2002, el director Aleksandr Sokúrov se atreve a innovar, haciendo El arca rusa, el primer film comercial sin editar de la historia, rodado en alta definición, en una sola toma, presentando el plano con steadycam más largo que se haya hecho, sumando un total de 90 minutos de duración.
Otras películas de temática similar han sido producidas recientemente, como Vozvrashcheniye (El retorno) dirigida por Andréi Zvyagintsev, ganadora de premios en el festival de Venecia, Koktebel dirigida por Boris Khlebnikov y Aleksei Popogrebsky, y El italiano dirigida por Andrei Kravchuk, aclamadas por la crítica.
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